lunes, 27 de septiembre de 2010
Omar Moreno Palacios
Letra y música: Omar Moreno Palacios
Tengo un rancho retacon
Sencillito y de alpargatas
Sencillito y de alpargatas
Sencillito y de alpargatas
Sencillito y de alpargatas
Chacho Echenique, autor de Doña Ubenza
Compuso temas como Madurando Sueños, Zamba del que anda solo (en conjunto con Armando Tejada Gómez), Coplera de las Cocinas, La que se queda, Purmamarca, entre muchas otras.
También ofreció recitales como solista en importantes salas de Buenos Aires y el interior del país.
Actualmente volvió a los escenarios junto a Patricio Jiménez con el Dúo Salteño, realizaron una exitosa gira por las Islas Canarias participaron en el Festival Teresa de Bolívar (Teror - Gran Canaria) y en el Festival Sabandeño (La Laguna - Tenerife), para alegría de sus múltiples seguidores.
Ando llorando pa´ dentro,
aunque me ría pa´ fuera.
Así tengo yo que vivir
esperando a que me muera.
Le doy ventaja a los vientos
porque no puedo volar,
hasta que agarro mi caja
y la empiezo a bagualear.
Mi raza reza que pedirá
allá en el monte de caridad,
no tiene tiempo ya no da mas,
reza que reza porque será
Valle sonoro de pedregal
piedra por piedra al viento va,
borrando huellas a mi dolor
silencio puro es mi corazon.
Me persigno por si acaso,
no vaya que Dios exista
y me lleve pa´ l infierno
con todas mis ovejitas.
No se si habrá otro mundo
donde las almas suspiran,
yo vivo sobre esta tierra
trabajando todo el dia.
Mi raza reza que pedirá,
allá en el monte de caridad,
no tiene tiempo ya no da mas,
reza que reza porque será
Valle sonoro de pedregal
piedra por piedra al viento va,
borrando huellas a mi dolor
silencio puro es mi corazon.
Julio Dominguez ( El bardino)
Fue autor, entre otras obras, de la emblemática Milonga baya , uno de los himnos populares de su provincia .
Sábado 28 de abril de 2007
Murió "El Bardino" y costará aceptar que la voz del hombre que se inventó -junto a su hermano Félix- el país de la infancia, no volverá a ser escuchada.
Cierta respetuosidad se escapaba en sus diálogos, aún cuando solía rematarlos con una humorada, mientras llamaba hermano o hermana al interlocutor, quien seguramente era uno de sus tantos amigos.
Se fue el poeta y un dolor profundo y visceral recorrió con sigilo La Pampa. Era lo usual -y lo es todavía- en la inmensidad del oeste provinciano, allá donde había nacido Julio Domínguez, en el desolado pueblo de Algarrobo del Aguila en 1933 (la década de la diáspora pampeana, la de la sequía y el oprobio para sus habitantes), a la vera del río robado.
Sin pisar sus aguas porque fueron tiempos que ya no corría, los islotes pequeños y tupidos que hacían serpentear el húmedo hilo salvador, fueron su pila bautismal.
De las bardas del Atuel -el desnivel natural que provoca el borde oriental de la meseta basáltica, en el oeste- tomó su nombre y fue para siempre "El Bardino".
"Cuando digo tu nombre mi Comarca/ un resuello animal bulle en mi pecho/ deben ser los que anduvieron el pasado/ caracol leche de mar hace milenios", le cantó a "su" lugar y hurgó por la historia, entre estilos, zambas, canciones, coplas y cifras, esas que lo llevaron a hacer una ponencia en un congreso en Cuba, y hasta con ritmo de cueca, por la influencia cuyana.
Las voces ancestrales del desierto le hacían brotar en palabras, rostros y gestos y hasta el timbre de su voz se asemejaba a la de aquellos hombres de hablar "cortito" y pausado, pero con un remedo de sabiduría.
Julio hizo todo tipo de trabajo. Desde jovencito, ya radicado en Santa Rosa, junto con su familia, fue lustrabotas, ayudante de zapatero remendón, lavacopas y mozo de bar, oficio que despuntó también en Buenos Aires, cuando intentó en vano seguir la carrera de Oficial de Penitenciaría, allá por 1954.
Ya de regreso, entre cliente y cliente, en papeles diminutos volcaba palabras que fueron versos y trocaron remembranzas en poesía. A mediados de la década del 60, Julio Domínguez se animó a componer sus primeras canciones con una recién estrenada guitarra, porque hacía poco tiempo había empezado a aprender a acariciarla. La hizo su amante y salió de copas con ella, por peñas y encuentros, en la mítica peña literaria El Temple del diablo (por los 70) o en todos los escenarios, como el de Cosquín.
"Volveré, volveré,/ a mi Oeste a cantar,/ y sobre los caminos/ mi acento bardino tal vez quedará;/ como una cruz al poniente/ mi pampa caliente lo recordará", sostenía en La Chilquita .
Su imagen podía deparar sorpresas. Sus ojos negros y de mirada profunda, se tornaban más de una vez melancólicos por una pena instalada en su alma desde quién sabe cuanto tiempo, que nunca pudo ser atemperada; ni por la música, ni por sus inspiradas letras, ni por la poesía y mucho menos por el orgullo de que sus temas le hubieran dejado de pertenecer para ser de todos sus coterráneos. Artista reconocido
Fue reconocido y premiado. En una oportunidad, cuando le entregaron un diploma como Pampeano Ilustre, en el recinto de la Legislatura, llegó vestido con un traje color beige, con camisa (sin corbata) y medias de un colorado furioso.
"El Bardino" fue socio fundador de la Asociación Pampeana de Escritores y de Coarte (primera cooperativa pampeana de trabajo artístico). Entre sus obras se destacan La puerta grande (fue la primera), Tríptico para el Oeste, A orillas de Santa Rosa y Comarca .
Solistas y grupos le han grabado sus canciones y la más emblemática, Milonga Baya , que también se canta en las escuelas y es uno de los himnos populares de la provincia, fue coreada por numerosos músicos y escritores cuando despidieron sus restos en la mañana del 12 de febrero pasado, en Santa Rosa.
Julio Domínguez había fallecido la noche anterior después de haber sido intervenido quirúrgicamente. Un mes después una información daba cuenta que el río Atuel ingresaba en la provincia con un caudal de 3,5 metros cúbicos por segundo. Habría pasto en el Oeste.
"En las cuerdas celestes de mi guitarra/
y pasó un viento sur tapando a gatas/
y maman de los pechos de las guitarras/
Retornó a los orígenes desde el paisaje urbano -donde hubiera celebrado que las cabras, las ovejas y su gente sólo tuvieran que besar el cauce para renacer-, y tuvo presencia fílmica por primera vez en el documental Cochengo Miranda (1975), de Jorge Prelorán. Como entonces, en la infancia bardina. Por eso Julio Domínguez no se acalla; se queda en su canto; enmarañado en las raíces del hueco vegetal que lo cobija y en el recuerdo entrañable del abrazo.
Cierre del VIII Coral de La Pampa
Coral 25 de mayo dirigido por Silvia Blanco
El coro Polifónico Municipal de Unquillo
El grupo Amalgama, voces de Cámara
La cena y baile en la sede del Club Español
jueves, 23 de septiembre de 2010
La casa de Olga Orozco
En la localidad de Toay, a escasos 11km. de Santa Rosa, ciudad capital de La Pampa, está la casa donde naciera Olga Orozco. Fue adquirida para la Municipalidad de Toay, por el Gobierno Nacional, Provincial y el Municipal. Se inaugurá como Casa de la Cultura “Olga Orozco” el 9 de julio de 1994.
Es de destacar que esta casa fue construida por la familia de la escritora, a principios del Siglo XX, frente a las vías del ferrocarril, en un Toay que distaba mucho de ser la localidad pujante en la que se ha convertido. "Teníamos una casa quinta grande, con frutales y jardines” (...) recuerda Olga Orozco en “Travesías”, de A. Requeni. Todavía era un incipiente núcleo urbano, enclavado en una zona medanosa, boscosa, donde predominaba la actividad ganadera.No hay una versión única sobre el significado del nombre, pero lo más generalizado es vincular a “Toay", nombre de auténtica cepa araucana, con “rodeo”, en el sentido de “dar vueltas”. Enrique Stieben, al decir de José H.Alvarez en el libro “Los Pueblos de la Pampa”, se refiere a “rodear” y lo vincula a un manantial que con el tiempo se secó, ubicado a unos 4.000 metros de la población actual. Hace 100 años la fuente estaba rodeada de caldenes y había que dar un rodeo para acceder a ella.
principal que resguarda el tesoro más preciado de la escritora: sus libros. Están ubicados en una gran biblioteca de cedro y el público puede acceder a ellos. También hay testimonios sobre su vida, sus amistades, su actividad social y objetos muy caros a su oficio de escribir: la Olimpia modelo Splendid 33, manuscritos y lapiceros.
Actuación en Teatro Pico
También lo hicimos en el marco del VIII Coral de La Pampa.
En la oportunidad, se hizo un reconocimiento al profesor Jorge Sosa, quien fue nuestro director hasta el mes de julio y fue el debut en General Pico con el nuevo director , el profesor Mario Figueroa.
Compartimos el acontecimiento con los coros Giuseppe Verdi de Punta Alta y el Coro Italiano de Pergamino.
El profesor Jorge Sosa nos dirigió en la primera parte de nuestra presentación.
Luego del reconocimiento a cargo del Presidente de la Asociación Italiana, se le entregó un presente y se hizo cargo de la dirección el profesor Mario Figueroa.
VIII Coral de La Pampa
En el marco del VIII Coral de La Pampa ,el 17 de septiembre nos presentamos en la casa de Olga Orozco, en la localidad de Toay, junto al coro Municipal de Toay y el Coro Canto a la vida , de Intendente Alvear.
La casa de Olga Orozco en Toay Los muchachos del coro posan en el anfiteatro del Colegio Médico
Fue el debut bajo la dirección del profesor Mario Figueroa. El público colmó la sala